Sonidos de la tierra en el Chaco - ABC Color
BAJO LA INSPIRACION DEL MAESTRO LUIS SZARAN
Los “Sonidos de la tierra” se expanden por el suelo chaqueño
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal).
El creador del proyecto “Sonidos de la tierra”, Luis Szarán, visitó el jueves a niños y jóvenes músicos en Pozo Colorado y Yalve Sanga. “Es increíble el resultado de este trabajo”, dijo el maestro, quien también ha dedicado recientemente una obra a los ayoreos de Chaidi.
El programa de integración social y comunitaria a través de la música “Sonidos de la tierra” ha iniciado también la creación de escuelas de música y orquestas juveniles en el Chaco.
Debido a las enormes distancias, el proyecto busca brindar oportunidades al desarrollo del talento juvenil entre niños, hijos de peones de estancia, a veces separados por cientos de kilómetros, etnias indígenas y áreas rurales de difícil acceso.
En Pozo Colorado, Szarán visitó la escuela San Isidro Labrador, que celebra en junio 70 años y donde el programa beneficia a más de 200 niños. “A través del canto de canciones colectivas les ayudamos a hablar mejor el castellano, a tener mejor comunicación y también a conocer mejor la historia y las matemáticas. Es increíble el resultado de este trabajo, creo que único en el Paraguay, encabezado por el hermano Roberto Etchegaray de la congregación Los Hermanos Lasalle”, dijo Szarán.
Después el maestro visitó el centro indígena de Yalve Sanga para evaluar el programa iniciado aquí en julio 2005 en cooperación con la Asociación de Servicios de Cooperación Indígena Menonita (ASCIM).
Allí hay 50 niños y jóvenes indígenas involucrados. “Me impresionó el interés de los padres y todos los instrumentos entregados en el 2005 estaban en perfectas condiciones”, indicó Szarán.
Otros emprendimientos similares existen en Mariscal Estigarribia desde enero 2008 con el Vicariato Apostólico del Pilcomayo (VAP) y en el Bajo Chaco y Fuerte Olimpo, alcanzando un total de 500 jóvenes chaqueños.
En todo el país, el programa “Sonidos de la tierra” beneficia a 8.000 jóvenes con acceso a 50 núcleos urbanos y 70 compañías rurales y barrios marginales de la capital.
Motivado por los reportajes de este diario sobre un grupo de ayoreos que abandonó el 3 de marzo 2004 el monte chaqueño en zona de Chaidi, Alto Paraguay, Szarán visitó el lugar el 28 de diciembre del mismo año, conversó con ellos sobre su vida y cantos.
Esta experiencia le inspiró a componer la obra “Chaidi – los últimos sonidos”, estrenada el 28 de julio 2007 en el marco de la Alba Music Festival de Italia por la Orquesta de Cuerdas de la Filarmónica de Torino y el solista de flauta Claudio Marinone, bajo la dirección del maestro norteamericano Larry Vote, en el famoso castillo real de Carlos Felice di Savoia.
Los “Sonidos de la tierra” se expanden por el suelo chaqueño
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal).
El creador del proyecto “Sonidos de la tierra”, Luis Szarán, visitó el jueves a niños y jóvenes músicos en Pozo Colorado y Yalve Sanga. “Es increíble el resultado de este trabajo”, dijo el maestro, quien también ha dedicado recientemente una obra a los ayoreos de Chaidi.
El programa de integración social y comunitaria a través de la música “Sonidos de la tierra” ha iniciado también la creación de escuelas de música y orquestas juveniles en el Chaco.
Debido a las enormes distancias, el proyecto busca brindar oportunidades al desarrollo del talento juvenil entre niños, hijos de peones de estancia, a veces separados por cientos de kilómetros, etnias indígenas y áreas rurales de difícil acceso.
En Pozo Colorado, Szarán visitó la escuela San Isidro Labrador, que celebra en junio 70 años y donde el programa beneficia a más de 200 niños. “A través del canto de canciones colectivas les ayudamos a hablar mejor el castellano, a tener mejor comunicación y también a conocer mejor la historia y las matemáticas. Es increíble el resultado de este trabajo, creo que único en el Paraguay, encabezado por el hermano Roberto Etchegaray de la congregación Los Hermanos Lasalle”, dijo Szarán.
Después el maestro visitó el centro indígena de Yalve Sanga para evaluar el programa iniciado aquí en julio 2005 en cooperación con la Asociación de Servicios de Cooperación Indígena Menonita (ASCIM).
Allí hay 50 niños y jóvenes indígenas involucrados. “Me impresionó el interés de los padres y todos los instrumentos entregados en el 2005 estaban en perfectas condiciones”, indicó Szarán.
Otros emprendimientos similares existen en Mariscal Estigarribia desde enero 2008 con el Vicariato Apostólico del Pilcomayo (VAP) y en el Bajo Chaco y Fuerte Olimpo, alcanzando un total de 500 jóvenes chaqueños.
En todo el país, el programa “Sonidos de la tierra” beneficia a 8.000 jóvenes con acceso a 50 núcleos urbanos y 70 compañías rurales y barrios marginales de la capital.
Motivado por los reportajes de este diario sobre un grupo de ayoreos que abandonó el 3 de marzo 2004 el monte chaqueño en zona de Chaidi, Alto Paraguay, Szarán visitó el lugar el 28 de diciembre del mismo año, conversó con ellos sobre su vida y cantos.
Esta experiencia le inspiró a componer la obra “Chaidi – los últimos sonidos”, estrenada el 28 de julio 2007 en el marco de la Alba Music Festival de Italia por la Orquesta de Cuerdas de la Filarmónica de Torino y el solista de flauta Claudio Marinone, bajo la dirección del maestro norteamericano Larry Vote, en el famoso castillo real de Carlos Felice di Savoia.
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